Biomass: Una ventana satelital al corazón de los bosques del mundo
- proyectogeosatelit
- 23 abr
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En la actualidad, entender el comportamiento de los bosques es fundamental para enfrentar los desafíos que plantea el cambio climático y la sostenibilidad ambiental. Los bosques son auténticos pulmones verdes que absorben grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂), ayudan a regular el clima global y constituyen el hábitat de una vasta biodiversidad. Sin embargo, a pesar de su importancia, aún existen grandes lagunas en nuestro conocimiento sobre la cantidad real de biomasa forestal y, por ende, sobre la capacidad de los bosques para capturar carbono. En este contexto, el satélite Biomass —desarrollado en el marco del programa Earth Explorer de la Agencia Espacial Europea (ESA) y fabricado por Airbus— representa un salto sin precedentes en la forma en que estudiamos, protegemos y gestionamos los bosques del planeta.

¿Por qué es crucial medir la biomasa forestal?
La biomasa forestal se refiere a la cantidad total de materia orgánica presente en los árboles y plantas de un ecosistema, generalmente expresada en toneladas de materia seca por hectárea. Este indicador es esencial por varias razones:
Captura de CO₂: Los bosques absorben dióxido de carbono de la atmósfera durante la fotosíntesis y lo almacenan en forma de biomasa. Medir con precisión cuánta biomasa hay en el planeta permite calcular con mayor exactitud cuánto CO₂ se está retirando de la atmósfera, lo que resulta vital para las políticas climáticas globales.
Seguimiento de la deforestación: Al monitorear los cambios en la biomasa forestal a lo largo del tiempo, se pueden identificar áreas en riesgo, estimar pérdidas y planificar estrategias de conservación más efectivas.
Gestión de recursos: Comprender la distribución y densidad de la biomasa ayuda a los gobiernos y comunidades locales a gestionar de manera sostenible sus recursos forestales, equilibrando la explotación con la conservación.

Biomass: Un satélite único en su tipo Este satélite marca un antes y un después en la observación de los bosques desde el espacio. Es el primero de la historia que utiliza un radar de apertura sintética (SAR) en banda P, una frecuencia capaz de penetrar la densa cobertura de las copas arbóreas y “ver” el interior de los bosques. Esta capacidad, inédita en satélites de observación, permitirá generar mapas tridimensionales de la biomasa forestal global, con una resolución y precisión nunca antes alcanzadas.
Su tecnología SAR en banda P le permite:
Medir la biomasa y la estructura de los bosques hasta varios metros por debajo de las copas.
Distinguir entre diferentes estratos de vegetación (arbustos, árboles jóvenes, árboles adultos).
Identificar cambios sutiles en la biomasa a lo largo del tiempo, lo que es clave para detectar degradación forestal, talas selectivas o crecimiento.
La misión Biomass, que tendrá una vida útil de al menos cinco años, marcará el estándar para futuras misiones de observación forestal. Su enfoque pionero abrirá el camino para nuevas tecnologías y aplicaciones que nos permitan observar nuestro planeta de formas hasta ahora inimaginables.

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