Día Internacional contra el Cambio Climático: cómo la tecnología satelital ayuda a comprender y mitigar una crisis global
- proyectogeosatelit

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El cambio climático es una realidad presente que altera ecosistemas, economías y modos de vida. Inundaciones, incendios, sequías y olas de calor son parte del nuevo lenguaje de un planeta que pide auxilio. En esta lucha global, los satélites orbitando la Tierra se han transformado en una fuente silenciosa pero poderosa de información. Desde el espacio, nos permiten observar con precisión cómo cambia el clima y cómo nuestras acciones impactan los sistemas naturales.

Una fecha que exige acción y conciencia
El Día Internacional contra el Cambio Climático fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para generar conciencia sobre las causas y consecuencias del calentamiento global. Es un llamado urgente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a promover modelos sostenibles de desarrollo, consumo y energía.
El planeta vive un punto de inflexión. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la temperatura media mundial ya ha aumentado 1,2 °C respecto a los niveles preindustriales. De mantenerse las tendencias actuales, podríamos superar los 2 °C antes de 2050, un umbral que provocaría impactos irreversibles sobre la biodiversidad, los océanos y la seguridad alimentaria.
Observar desde el cielo: una revolución silenciosa
La observación satelital ha cambiado nuestra forma de entender el cambio climático. Mientras los efectos del calentamiento global se manifiestan en la superficie, la evidencia más sólida se capta desde el espacio.
Diversas constelaciones de satélites y programas internacionales monitorizan continuamente variables esenciales del clima: temperatura del océano, concentración de dióxido de carbono, retroceso de glaciares, deforestación, incendios y niveles de contaminación atmosférica.
Estas imágenes no solo ofrecen una perspectiva global; también permiten actuar localmente. Gracias a la teledetección, hoy es posible medir la pérdida de masa de hielo en Groenlandia, observar el avance del desierto del Sahara, evaluar la disminución de bosques tropicales o seguir el derretimiento de glaciares andinos. Los satélites nos han mostrado, con precisión matemática, que la Tierra está cambiando más rápido de lo que esperábamos. Pero también nos entregan una herramienta clave: la posibilidad de anticipar y adaptarnos.

La tecnología como puente hacia un futuro sostenible
La mayor virtud de la tecnología satelital, combinada con inteligencia artificial y big data, radica en ofrecer una mirada global con capacidad local: detectar lo que ocurre en cualquier punto del planeta y traducirlo en acciones concretas.
El desafío ahora es democratizar el acceso a esta información. La ciencia y la industria deben colaborar para que los datos satelitales estén disponibles, sean comprensibles y puedan transformarse en políticas efectivas.
En este sentido, la educación ambiental también juega un rol clave. Comprender cómo se generan y analizan los datos permite que más personas participen activamente en la toma de decisiones y comprendan la magnitud de la crisis climática.
Promovemos el uso de tecnologías geoespaciales avanzadas para fortalecer este esfuerzo. Las imágenes de alta resolución y los flujos de procesamiento multiespectral permiten analizar cambios en cobertura vegetal, escorrentías de agua o movimientos del terreno, entregando una visión integral que facilita la toma de decisiones.













































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